Clasificación de los ángulos de administración de las vías parenterales
La clasificación de los ángulos de administración en las vías parenterales se basa en la profundidad a la que se deposita el medicamento y en la capa de tejido que se quiere alcanzar.
A continuación, les presentamos cada vía con su ángulo característico y el objetivo de su elección:
Vía intradérmica (ID)
Ángulo de punción: 10–15 grados respecto a la superficie de la piel.
Objetivo: Depositar el medicamento en la dermis, justo debajo de la epidermis, para pruebas de alergia o tuberculina.
Característica: Se forma una pequeña “pápula” o habón.
Vía subcutánea (SC)
Ángulo de punción: 45 grados con aguja estándar.
Puede usarse 90 grados si se utiliza aguja corta o si el paciente tiene suficiente tejido adiposo.
Objetivo: Llegar al tejido graso subcutáneo, para absorción lenta (insulina, heparina).
Vía intramuscular (IM)
Ángulo de punción: 90 grados.
Objetivo: Depositar el medicamento en el músculo, lo que permite absorción más rápida que la vía subcutánea.
Ejemplos: Vacunas, antibióticos, analgésicos.
Vía intravenosa (IV)
Ángulo de punción: 25–30 grados para venopunción inicial,
una vez que se penetra la vena se reduce el ángulo casi paralelo (≈10–15 grados) para avanzar el catéter.
Objetivo: Introducir el fármaco directamente en el torrente sanguíneo para efecto inmediato.
Otras vías parenterales especiales
-Intraósea: se introduce en el hueso; el ángulo depende del sitio anatómico (generalmente perpendicular, 90 grados).
-Intratecal/epidural: técnicas de anestesia con ángulo variable según el abordaje de la columna.
-Intraperitoneal, intraarticular, intralesional, etc.: el ángulo se ajusta al tejido o cavidad específica.
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